Soy culpable. Me gustan tus piernas tu sexo húmedo tus caderas tu espalda. Cada vez creo es la última. Vuelvo a tu cuerpo al origen del pecado al origen de mi felicidad.
Nadie puede ser culpable de saborear, acariciar y envolverse en la senda de un cuerpo, en sentirse el tacto de una piel, en disfrutar de las sensaciones y belleza que nos regala la vida, todo lo contrario, es un regalo y un placer.
3 comentarios:
Nadie puede ser culpable de saborear, acariciar y envolverse en la senda de un cuerpo, en sentirse el tacto de una piel, en disfrutar de las sensaciones y belleza que nos regala la vida, todo lo contrario, es un regalo y un placer.
Un beso.
No hay mejor sitio para volver.
Saludos.
Perderse allí, es lo mejor
Besos Juan Camilo
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