¿Por qué somos, a veces, tan insoportables?
¿Qué es eso que nos impulsa a herirnos?
¿Qué nos irrita?, ¿qué nos impacienta?
¿Por qué anticipamos la palabra “perdón” a los hechos?
¿Es, acaso, inevitable la incertidumbre
de no saber qué es lo que nos duele?
¿Por qué, amor, nos duele tanto el amor?
¿Por qué el silencio nos atormenta como una bronquitis?
¿Por qué no simplemente nos abrazamos?
¿En qué momento dejamos de sonreír cuando nos saludamos?
¿Por qué, amor, nos empeñamos
en ver del amor lo menos amoroso?
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